Las reflexiones que articulan el presente libro parten de una aceptación sincera de la primacía y el protagonismo del Espíritu Santo en la acción misionera de la Iglesia. Su autor está convencido de que la crisis que sufren muchas de nuestras comunidades cristianas constituye un ´kairós´ (tiempo oportuno) que Dios ha dispuesto para que su actividad evangelizadora se haga a la sombra del Espíritu.Los capítulos de laápresente obra ofrecen una progresión en el estudio y la reflexión sobre la relación primordial que existe entre la persona del evangelizador y el Espíritu de Cristo, y pretender ser un estímulo para su compromiso misionero.á