Confesores, visitadores y obispos, misioneros y predicadores son los protagonistas de este libro. Seguiremos sus recorridos y los veremos implicados en diferentes prácticas y ministerios que uniformaron y homogeneizaron las costumbres sociales e individuales del hombre de la Edad Moderna: el sacramento de la confesión, las visitas pastorales, las misiones populares y el ministerio de la predicación.
El libro indaga sobre la especificidad del disciplinamiento social católico en el Reino de Granada y en el de Sicilia y sus repercusiones en la vida cotidiana de la gente. A través de un planteamiento novedoso, Andrea Arcuri explota una gran cantidad de fuentes primarias inéditas y así compone un fresco preciso y vívido sobre la época confesional y la labor de disciplina eclesiástica.
Al mismo tiempo, la obra pormenoriza aquellas prescripciones dirigidas hacia grupos sociales determinados, entre ellas ciertas medidas promulgadas para categorías específicas de trabajadores o hacia las mujeres; a este propósito, una parte significativa del libro se centra en la relación entre disciplinamiento social católico y subordinación femenina. El autor insiste en aquellos aspectos que afectan a la cotidianidad -matrimonio, costumbres, situaciones domésticas, religiosidad popular, sacralización de espacios callejeros y fiestas religiosas– arrojando luz sobre fragmentos de vidas del "pueblo llano".
