Russell P. Sebold, catedrático emérito de la Universidad de Pensilvania, fue director de la revista Hispanic Review entre 1968 y 1997; miembro de la Real Academia Española y de la Real Academia de Buenas Letras de Barcelona. En 2001 la Universidad de Salamanca le concedió el premio Internacional Elio Antonio de Nebrija. Garcilaso de la Vega en su entorno poético, aparece póstumamente. Otros libros de crítica suyos publicados en Ediciones Universidad de Salamanca son: Ensayos de meditación y crítica literaria (Moria, 5); La perduración de la modalidad clásica. Poesía y prosa españolas de los siglos XVII a XIX (Estudios Filológicos, 288); La novela romántica en España. Entre el libro de caballerías y la novela moderna (Estudios Filológicos, 293); y Concurso y consorcio. Letras ilustradas, letras románticas (Estudios Filológicos, 329).
Garcilaso de la Vega en su entorno poético plantea al lector una cuestión clave: ¿Se adelanta Garcilaso de la Vega a la sensibilidad moderna? ¿Y sus contemporáneos? En los cuatro poetas que se estudian en este pequeño libro —Garcilaso, Boscán, Acuña y Aldana— persiste la convención del amor cortés a lo Petrarca. Pero más allá de estas convenciones, que poco difieren de poeta a poeta, se descubren en sus versos, y gracias a la sensibilidad y sagaz mirada de Russell P. Sebold, otras facetas más entrañables con las que el lector puede identificarse o de las que puede compadecerse.
Interpoladas entre composiciones convencionales, la obra de Boscán revela otras piezas más humanas en las que el poeta lidia con las negras imágenes del mañana que le representa su profunda depresión psicológica de toda la vida (entonces identificada con la melancolía). Hernando de Acuña era soldado, pero en su condición también de poeta, le importante el estudio de la poesía, la poética y se dedica a la sabrosa contemplación de su propia alma a lo largo de los sucesos de su vida. La poesía de Francisco de Aldana, también poeta soldado, revela una lucha entre cuatro temas conflictivos para él: la milicia, la fe, la amistad y el sexo. En el centro del análisis poético de este libro figura Garcilaso, poseedor de una extraordinaria sensibilidad con los que se anticipó a su tiempo.
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