La geografía histórica y sus diversas vinculaciones culturales reserva aún, bien entrado el siglo XXI, aspectos importantes que desbrozar y ordenar. El sureste español contiene una riqueza de elementos naturales y antrópicos que le otorgan identidad propia; ese carácter intrínseco se manifiesta también en su lenguaje y formas de expresión, que evolucionan a la par que la comunidad de hablantes. La lengua está viva y el acervo murciano adquiere carácter diferencial en cada comarca, como espacio geográfico que señala las variaciones idiomáticas.
Aunque la tendencia a la homogeneidad se impone y parte del léxico tradicional ha desaparecido, el inconfundible acento murciano en buena medida permanece y es seña de identidad regional. El estudio de las formas dialectales y su literatura oral se completa con la investigación sobre el origen de determinadas formas toponímicas, no exentas de controversia, que aquí se ha intentado clarificar.