Amistad creciente y curiosidad intelectual animan este diálogo escrito entre dos críticos literarios. Se trata de una correspondencia dinámica que combina las pasiones literarias que ambos críticos cultivaron, con el trajín cotidiano Gonzalo Sobejano, español, durante su docencia en los Estados Unidos, y Rafael Gutiérrez Giradot, profesor colombiano en Alemania. Compuestas entre 1981 a 1995, estas cartas dan muestra de su estilo personal (sobrio en uno, polémico en el otro) y representan las preocupaciones fundamentales de una generación de hispanistas cuyo aporte es esencial a las disciplinas humanistas de la segunda mitad del siglo XX, tanto en América Latina como en Europa.