Todos los seres humanos somos capaces de hacer música y apreciarla. ¿Por qué, entonces, tan a menudo la consideramos una actividad restringida a unos pocos? John Blacking aborda esta cuestión al modo antropológico: ilustrando minuciosamente las relaciones que entreteje la música con otros aspectos del comportamiento social. Con detallados análisis de ejemplos sonoros de los Venda del Transvaal y otras poblaciones africanas, ´¿Hay música en el hombre?´ formula una crítica contundente del etnocentrismo inherente a las visiones elitistas y evolucionistas del hecho musical. El estudio en profundidad de todas las culturas musicales llevará a una reevaluación de nuestras ideas sobre la musicalidad humana, pues -una canción popular africana no es necesariamente menos intelectual que una sinfonía... Quien la compuso vio más allá de los límites de su cultura y fue capaz de inventar una forma nueva y poderosa para expresar en sonido su visión de las posibilidades ilimitadas del desarrollo humano-.