Jesús defendió siempre a los débiles y perseguidos
y habló siempre de su Padre Dios como de un Padre.
Denunció todos los abusos que hacían los poderosos.
Y por eso fue perseguido hasta que lo apresaron, lo condenaron a muerte, lo crucificaron y murió entre dos ladrones.
Pero su Padre, Dios, le resucitó, haciéndole triunfar de la muerte.
Todo esto se cuenta en este libro.