Jorn Utzon pertenece a ese grupo de arquitectos en lo que lo más detacado no es la abundancia realizadora de su obra, sino la categoría de sus planteamientos arquitectónicos, su particular poética y su aportación a los tratamientos constructivos, convirtiendo a la disciplina arquitectónica en un foro de debate y reflexión entre los profesionales. Su permanente diálogo abierto con las formas de la naturaleza, la resolución contemporánea del concepto constructivo y sus permanentes referencias a las simetrías clásicas, nos permiten hallar una volumetría de elevado sosiego y extraordinaria pulcritud. Una arquitectura de recogimiento, de descanso y generosa delicadeza.