La carpintería de ribera es el arte de construir embarcaciones de madera. Es una profesión tan antigua como la propia navegación y su evolución ha ido paralela al dominio del mar. Ancestralmente un carpintero de ribera experimentado sabía elaborar y montar todas las piezas de la embarcación, estando capacitado para determinar las formas y medidas más convenientes para la buena navegabilidad, seguridad y rendimiento del barco que construía, y en ocasiones, modificaba las características que se habían establecido al inicio de la construcción, al considerarlas más adecuadas. Contaban con una serie de reglas y plantillas (gálibos) que les eran muy útiles, partían de una medida y sobre ella iban obteniendo las dimensiones del resto de las piezas. Su actividad abarcaba desde la selección de los árboles sobre el terreno hasta el aserrado, la fabricación de las distintas piezas, su ensamblado y la construcción total del casco. Cuando no había calafates disponibles se ocupaban también de la impermeabilización de las juntas (calafateado).