La obra tiene la intención de aportar, desde una perspectiva geográfica, y a partir de unas coordenadas espacio temporales concretas, una visión de los intensos procesos de suburbanización experimentados en las mayores aglomeraciones urbanas andaluzas, años antes de la crisis económica actual. De esta forma, Andalucía se incorpora con retraso, respecto al resto de España; a los procesos de urbanización difusa, básicamente de naturaleza exógena, pero también de tipo endógeno, difundidas por una población de un determinado estatus social, básicamente móvil, lo que facilita la disociación entre lugar de trabajo y lugar de residencia. No obstante, esta población, procedente de las principales ciudades andaluzas no se plantea lo rural como modo de vida, sino que introducen un modo de vida urbano, con lo cual se plantea lo rural exclusivamente como un marco de vida, un refinado producto de mercadotecnia del capital financiero e inmobiliario que les vende una engañosa idea de Arcadia feliz.