La relación de Ortega con la fenomenología es uno de los puntos más polémicos en la comprensión de su filosofía. Si el filósofo madrileño, en la primera ´navegación´, acepta con entusiasmo la fenomenología, en la segunda, que ha marcado su recepción posterior, la crítica a los conceptos fundamentales de Husserl es continua. Eso no obsta a que, leyendo
obras póstumas como El hombre y la gente, se tenga la sensación de una profunda cercanía a la filosofía fenomenológica. En el libro se estudia la complejidad de esa relación, con el bobjetivo de exponer su fenomenología, tratando de desentrañar hasta qué punto una lectura fenomenológica es la perspectiva que nos lleva directamente al núcleo filosófico de Ortega.