En LA ISLA DE LOS JACINTOS CORTADOS (1980), la habitual mezcla de real idad, fantasía, ironía y humor que caracteriza la narrativa de Gonzalo Torrente Ballester se ve enriquecida por nuevos elementos, como son e l erotismo y la serena melancolía. Articulada en torno a una doble tra ma amorosa que se va entrelazando a lo largo de sus páginas, la novela , que obtuvo en 1981 el Premio Nacional de Literatura, constituye en ú ltimo término una reflexión sobre las relaciones entre la verdad y la apariencia, la historia y la ficción, el autor y su obra, escrita en u na prosa que fluctúa entre el barroquismo y la sencillez y que se amol da de forma admirable a la acción a la que da vida.