Primo Levi es uno de los testimonios más conocidos de la experiencia de los campos de la muerte bajo el nazismo. A lo largo de su obra se plantea la pregunta: ¿en qué sentido podemos hablar de humanidad tras Auschwitz? Lo novedoso de su aportación es que toma como centro gravitacional el análisis de lo que denomina -zona gris-, concepto usado para referirse a lo que para él hizo único al nazismo: la voluntad de hacer partícipes a las víctimas en su propia destrucción en Auschwitz y en otros campos, consiguiendo así también su destrucción moral. Preguntarse por el ser humano tras el Holocausto implica pues bajar a las profundidades de la condición humana y del s. XX. La narración de esa experiencia interroga al lector y en su respuesta se juega además la posibilidad de seguir siendo humanos