En esta obra se trata de mostrar cómo la filosofía política de Aristóteles fue una auténtica solución a los problemas políticos teóricos -y en parte prácticos- de la Grecia de veinticuatro siglos atrás, abocada al imperialismo macedónico, que supuso una transformación radical del horizonte político y vital griego. Es la época en la que la política había perdido su razón de ser, cuando ésta dejaba paso a la cruda práxis, una acción política que buscaba sólo resultados inmediatos, sin considerar que el futuro hay que articularlo mediante una reflexión profunda de los problemas que afectan a la convivencia humana en sociedad. Una realidad innegable al modo de ser del hombre que hay que vertebrar, ordenar y garantizar, que reclama una reposición y revisión de los principios que Aristóteles se propuso realizar en la Política.