¿Por qué es tan difícil librarse totalmente de ciertas creencias, de ciertas ideas (supersticiones, alma inmortal, Dios…)? De la mano de la psicología cognitiva y la antropología evolucionista, hoy podemos explorar las engañosas intuiciones básicas de nuestra mente.
¿Qué nos hace pensar, filosofar, como siempre lo hemos hecho? ¿Por qué es tan difícil, incluso en plena era científica, eludir las ideas más recurrentes y exitosas de la metafísica tradicional (mundo con sentido, alma inmortal, Dios…)?
La respuesta se encuentra en el origen evolutivo de nuestra mente, del cerebro primate humano, en su compulsiva sociabilidad, en su singular capacidad para leer las mentes ajenas, para intuir e interpretar la trastienda de las miradas. Las últimas aportaciones de la Psicología cognitiva y la Antropología evolucionista avalan esta línea de investigación.
Esta es la historia de un cerebro primate cotilla y mentiroso; que, para ser sincero consigo mismo, tendrá que luchar sin descanso contra sus muchos fantasmas, aquellos que sueña su naturaleza supersticiosa, engreída, doliente y trasmundana.