La temática del liderazgo está omnipresente en nuestro contexto cotidiano, ya sea como causa o como consecuencia de estados de cosas que nos ocupan y/o preocupan; de situaciones a las que nos enfrentamos y que desearíamos mantener, potenciar o transformar; de realidades que vislumbramos como retos y cuya presencia atisbamos como necesaria. Está claro, la temática o problemática del liderazgo es algo constatable y relevantemente vigente.
El liderazgo emerge, brota con fuerza desde sus diferentes aristas o dimensiones, desde los diversos ángulos desde los que puede ser contemplado, entendido y valorado; desde la totalidad de referentes personales y grupales; desde los vectores axiológicos que puede comportar; desde las diversas formas que puede ser visto y concebido.