Montse Gonzalez Gili narra de modo autobiográfico la experiencia vivida al sufrir una rotura de aneurisma, que desembocó en una hemiplejía. Como ella misma explica, el impacto emocional que provoca un accidente cerebro-vascular es muy complejo y lento de superar, pero puede conseguirse si se logra rodear al paciente de todo aquello que más necesita: cariño, paciencia y un buen equipo multiprofesional de especialistas en el Area de la Salud. Montse (nacida en Las Palmas de G.C. en 1952), se propuso editar un libro que sirviera de auto-ayuda a otros afectados con patología similar, empleando en este reto toda su capacidad narrativa, pues como afirma, necestiaba expresar, a través de la escritura, cómo ha vivido ese caleidoscópico mundo de emociones durante más de dos años y darle algún sentido a tanto sufrimiento.
