Los grandes centro comerciales aparecieron en EE.UU a mitad del siglo XX como islotes del consumo placentero y del bienestar del ocio, pero hoy, cuando se han implantado en todas las grandes ciudades del mundo, constituyen una amenaza contra el comercio de sus calles y la animación de sus centros históricos. Por suerte, estos templos del consumo, anémicos de sociabilidad y de individualidad consciente, envejecen deprisa, pareciendo sufrir la misma obsolescencia programada que los objetos que venden y las modas que propagan; y gracias a su amortización veloz ofrecen la oportunidad de la recuperación del espacio que ocupan para orientarlo a la implantación de actividades de utilidad cultural, social y ecológica.
En los diversos artículos de este libro que, aunque generado desde el estudio de un gigantesco centro comercial en Granada, dibuja rasgos de un panorama general, se reflexiona sobre la benéfica liberación de nuestras ciudades de estas máquina inhumanas y depredadoras de recursos, especialmente de aquellas que están emplazadas en lugares de gran potencial social y ecológico, y sobre lo que significaría la desaparición de aquellos artefactos más desmesurados en cuanto evolución positiva de las actitudes de los ciudadanos hacia un consumo y un ocio responsable y activo así como la administración de las ciudades hacia un mayor compromiso comunitario.
Tenemos derecho a dibujar posibilidades de futuro que mejores nuestras vidas y nuestras ciudades y a experimentar que su realización sólo depende de la convicción, el esfuerzo y la inteligencia que despleguemos en el empeño encaminado a ese fin; al que se le puede llamar utópico, pero en este libro también se evidencia que no pocas de las realidades de hoy fuero ayer utopías. La transformación radical de muchos de estos dinosaurios del consumo se propone, en definitiva, como un objetivo beneficioso, razonable y realizable.
El libro aborda un tema importante del ámbito geográfico y social local al que la Editorial Universitaria no puede ser ajena. Tal compromiso de las Universidades con nuestros enclaves regionales es tan necesario como la internacionalización.
Pero también este problema de los grandes centros comerciales, aparecido hace menos de un siglo, tiene una resonancia universal en cuanto a su antagonismo y conflictualidad con las ciudades y la vitalidad de sus centros; el asunto abordado es, pues, de naturaleza simultáneamente local y global.
Desde Simmel y Sombart, hace más de un siglo, sabemos sobre la condición propulsora del capitalismo por parte del consumo voraz del que los C.C. constituyen un soporte desmesurado, de inadecuada e insostenible búsqueda de satisfacción de necesidades crecientes, inducidas por el propio sistema. La invención de un futuro alternativo más humano es reivindicada por este libro.
Memoria y futuro, ciudad y territorio, sociedad, psicología de masas e individuos, dispositivos de salud y cuidados, ecología y sostenibilidad…, son enfocados por miradas diversas desde una transversalidad disciplinar. Y es que tanto como el rigor de cada atención especializada, la complejidad, aceleración y virtualidad del mundo de hoy, exigen cierta lucidez caleidoscópica a la que estamos atentos desde la EUG.
Esperamos que contribuyan a la evaluación de tales atributos las reseñas y comentarios al libro que están en curso y aparecerán en notables revistas españolas de los campos urbanístico, económico y antropológico así como en el ámbito de dos prestigiosas universidades latinoamericanas, la Facultad de Arquitectura de la Universidad católica de Santiago de Chile y la UNAM de Ciudad de México.
Los grandes centro comerciales aparecieron en EE.UU a mitad del siglo XX como islotes del consumo placentero y del bienestar del ocio, pero hoy, cuando se han implantado en todas las grandes ciudades del mundo, constituyen una amenaza contra el comercio de sus calles y la animación de sus centros históricos. Por suerte, estos templos del consumo, anémicos de sociabilidad y de individualidad consciente, envejecen deprisa, pareciendo sufrir la misma obsolescencia programada que los objetos que venden y las modas que propagan; y gracias a su amortización veloz ofrecen la oportunidad de la recuperación del espacio que ocupan para orientarlo a la implantación de actividades de utilidad cultural, social y ecológica.
En los diversos artículos de este libro que, aunque generado desde el estudio de un gigantesco centro comercial en Granada, dibuja rasgos de un panorama general, se reflexiona sobre la benéfica liberación de nuestras ciudades de estas máquina inhumanas y depredadoras de recursos, especialmente de aquellas que están emplazadas en lugares de gran potencial social y ecológico, y sobre lo que significaría la desaparición de aquellos artefactos más desmesurados en cuanto evolución positiva de las actitudes de los ciudadanos hacia un consumo y un ocio responsable y activo así como la administración de las ciudades hacia un mayor compromiso comunitario.
Tenemos derecho a dibujar posibilidades de futuro que mejores nuestras vidas y nuestras ciudades y a experimentar que su realización sólo depende de la convicción, el esfuerzo y la inteligencia que despleguemos en el empeño encaminado a ese fin; al que se le puede llamar utópico, pero en este libro también se evidencia que no pocas de las realidades de hoy fuero ayer utopías. La transformación radical de muchos de estos dinosaurios del consumo se propone, en definitiva, como un objetivo beneficioso, razonable y realizable.
