En Los horizontes de la razón, III. El orden del movimiento, el autor
aborda la constitución del sujeto epistémico y coextensivamente la propia
constitución de la realidad, como un proceso de construcción sociohistórica, y
lo hace destacando la variable tiempo, por la razón de que el sujeto es un
sujeto social y, si la sociedad es en el tiempo y por mor del tiempo, sujeto,
sociedad y tiempo están inexorablemente relacionados.