A lo largo de sus más de cinco décadas de trayectoria, Manolo Quejido ha reflexionado con infatigable constancia acerca de las intersecciones entre el pintar y el pensar. En este sentido, el trabajo con y sobre la pintura, entendida en toda su amplitud polisémica, ha constituido el principal eje articulador de su obra.
Esta publicación repasa la carrera del artista a través del análisis de sus investigaciones plásticas en torno a la pintura como pensamiento, a la vez que se ponen de relieve las constantes que han marcado la evolución de su trabajo, entre ellas, un profundo inconformismo crítico.