Los ´Ejercicios espirituales´ tuvieron gran influencia en la estética barroca, cuya meta consiste en la estimulación de los afectos y que puede entenderse no solo como programa estético, sino también como arte de vida. Esta doble función se manifiesta en las obras religiosas y seculares de Francisco de Quevedo, vinculación que este libro analiza de manera magistral.