MEDITACIONES FILOSÓFICAS SOBRE EL PAISAJE

MEDITACIONES FILOSÓFICAS SOBRE EL PAISAJE (Libro en papel)

Editorial:
UNIVERSIDAD DE SALAMANCA
Año de edición:
Materia
Filosofía
ISBN:
978-84-1311-132-2
Páginas:
291
Encuadernación:
Rústica
-5%
20,00 €
19,00 €
IVA incluido
Disponible en 2-3 semanas
Comprar

El tema del paisaje ha sido tratado hasta ahora principalmente desde un punto de vista estético o artístico. El objetivo fundamental de esta obra es alumbrar sus raíces filosóficas, ontológicas y hermenéuticas, a través de los escritos de algunos filósofos alemanes y españoles. Primeramente, dedicamos un capítulo breve a los antecedentes históricos del descubrimiento del paisaje en la cultura europea (arte, geografía, filosofía). Después examinamos la contribución esencial de algunos filósofos alemanes en la invención del tema del paisaje. Las aportaciones de Georg Simmel son importantes, en primer lugar, desde un punto de vista psicológico en la constitución del paisaje. Las explicaciones de Oswald Spengler sobre el paisaje tienen su vigencia en el terreno de la morfología de las culturas que son entidades supremas de la historia. Al fin, las observaciones dispersas de Martin Heidegger ayudan mucho en sacar a la luz del día los aspectos ontológicos del paisaje.

En el libro hemos dedicado una atención especial a presentar los resultados españoles en la tematización del paisaje. En primer lugar, un resumen breve sobre los pasos decisivos en el descubrimiento del paisaje en la cultura española especialmente en la pintura. En este sentido el arte de Ignacio Zuloaga ocupa un lugar distinguido en nuestro examen. Sigue un análisis detallado del paisajismo de dos cumbres intelectuales de España, Miguel de Unamuno y José Ortega y Gasset. Hemos intentado demostrar que sus elaboraciones filosóficas están al mismo nivel que las aportaciones de los filósofos alemanes.

Nuestra conclusión es que en la era de la globalización el paisaje significa la defensa de lo local. Más aún, el paisaje tiene también un carácter terapéutico: podemos decir que en cierto sentido el paisaje es un ungüento para nuestro alejamiento del Ser.