En esta selección de cuentos de Rafael Antúnez, quien ya desde La isla de madera se perfilaba como uno de nuestros narradores más sólidos, podemos ver al escritor en plena madurez. De aquel humor desbordado, de aquel desternillante alud de situaciones chuscas y desenfadadas, siempre cargadas de un envidiable amor a la vida, Antúnez ha pasado a un registro bastante más sosegado e introspectivo, en el que todos nos reconocemos en mayor o menor medida.