A lo largo de la historia, las personas se han visto constantemente impulsadas a buscar nuevos horizontes, cruzando fronteras físicas, sociales y culturales. En ocasiones, estas formas de migración constituyeron una experiencia dolorosa y traumática que conllevó rechazo y alienación; otras veces, sin embargo, culminaron en un enriquecedor proceso de hibridación y aceptación por parte de la sociedad de acogida. En este sentido, el ejemplo de Estados Unidos para investigar el fenómeno de la migración en las artes y la cultura resulta especialmente relevante, dado que es un país construido por inmigrantes y la evolución del teatro desde sus orígenes hasta la actualidad es un crisol de ideas, estilos, tendencias e, incluso, géneros que no podría entenderse de otra manera. Los trabajos compilados en este volumen exploran las numerosas formas en que las migraciones han sido, y siguen siendo hoy, un factor activo para modelar el teatro y el drama estadounidenses en sus múltiples formas.