Este libro pretende establecer un reconocimiento del ‘otro’ de tal manera que abarque las cualidades de respeto, solidaridad, tolerancia y comprensión, entre otras, para que surta efecto la inofensividad total como capacidad potencial del ser. La Neutralidad como horizonte ético tiene en cuenta la identidad del ser humano, es decir, las facultades de las que está dotado y sus capacidades innatas o adquiridas que forman parte de esa identidad personal. La neutralidad es un estado de conciencia obtenido mediante la elección cuidadosa de pensamientos y acciones. La neutralidad se alberga en el recóndito lugar de la intención por lograr la vida buena, por eso es una meta, un sendero a seguir, un horizonte fundacionalmente ético.
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