Pablo Diablo es el más travieso del colegio, siempre está metiéndose en líos para salirse con la suya, y tiene a sus padres y a la señorita Guillotina desesperados. Pero quien más sufre con sus trastadas es el -pelota- de su hermano pequeño, Roberto, el niño perfecto. Pablo Diablo piensa que él es el mejor jugando al fútbol, como actor en la función de Navidad o bailando en la clase de danza, siempre quiere ser el protagonista; además no le importa hacer trampas para quedarse con el premio de la fiesta de fin de curso o ser el primero en jugar con el ordenador nuevo. Pero al final todo le sale mal y lo único que consigue es una buena regañina.