La crisis mundial generada por la pandemia de la COVID-19 ha sacado a la luz, más que nunca, el importante papel que la tecnología desempeña cada día en la vida de las personas. Hoy en día, las esferas social, profesional, económica y política son casi imposibles de concebir sin el uso de los medios digitales. Así mismo, en el ámbito internacional, los Estados se sumergen en una feroz carrera para asegurar su posición como primera potencia tecnológica. En esta competición, la rivalidad entre Estados Unidos y China es la que más destaca, lo que obliga al resto de países a posicionarse con uno u otro bando si carecen de medios y recursos propios. Si la Unión Europea quiere lograr sus objetivos de la Estrategia Global 2016 (EUGS) y perseguir la autonomía estratégica, entonces no se puede conformar con ser solo el tablero de juego de Estados Unidos y China. La Unión necesita desarrollar una estrategia común en el ámbito tecnológico y digital que, como componentes importantes en la economía, serán imprescindibles en el futuro. Los últimos datos muestran que China ha invertido considerablemente en digitalización y se convertirá en el país con el mayor porcentaje del PIB destinado a la inversión en investigación, desarrollo e innovación. A su vez, el acercamiento de China a Europa y sus estrategias hacia la UE, muestran la clara necesidad de la Unión de revisar su propia estrategia hacia el país asiático en estos ámbitos y empezar a avanzar con una sola voz en los asuntos digitales.
The world crisis generated by the COVID-19 pandemic has brought to light, more than ever, the key role that technology plays every day in people’s lives. Nowadays the social, professional, economic and political spheres are almost impossible to conceive without the use of digital means. Furthermore, in the international arena, States submerge in a fierce race in order to secure its position as the first technological power. In this competition, the rivalry between the United States and China states out the most, which forces the rest of countries to position themselves with one side or another if they lack their own means and resources. If the European Union wants to achieve its objectives of the Global Strategy 2016 (EUGS) and pursue strategic autonomy, then it cannot only conform itself with being the board game of the United States and China, the Union needs to develop a common strategy in the technological and digital realm, which, as important components in the economy, will be indispensable in the future.
The latest data shows that China has invested heavily in digitalisation and will become the country with the highest percentage of GDP allocated to investment in research, development and innovation. In addition, China’s approaching to Europe and its strategies towards the EU highlight the need of the Union to review its own strategy towards the Asian country in these matters and start moving forward with a single voice in digital affairs
