Desde comienzos del siglo XVII hasta finales del segundo tercio del XIX, los grandes poetas españoles estuvieron cerca del poder político y económico, lo que se dejó notar en parte de su obra: en la época del mercantilismo, algunos vivieron en la Corte e intervinieron en la vida política, buscando su propio provecho; en la Ilustración, formaron parte de las elites políticas y económicas, se interesaron vivamente por el progreso del país y tomaron su pluma para criticar las instituciones existentes y proponer su reforma.