Este libro es el primer volumen de una historia sobre las listas. Todos nos hemos encontrado con alguno de estos especímenes: registros, censos, índices... Sin embargo, los historiadores que a menudo obtienen sus informaciones en estos documentos han olvidado realizar una historia sobre ellas: sobre su producción, la variedad de sus usos y las sorpresas que reserva el estudiar su destino. Este número revela algunas claves de lo que son las listas, más allá de su aspecto formal y de sus objetivos declarados. Si hubo un frenesí por las listas, fue ante todo en el volumen increíble de la producción de éstas entre los siglos XV y XVIII. Se convirtieron en la herramienta privilegiada de las instituciones, desde los más minúsculos municipios hasta los organismos de control transoceánicos. Lejos de limitarse a un soporte de los controles y de los saberes de los Estados, irrumpieron en todos los ámbitos. En Francia, los períodos de la Liga y de la Revolución dieron lugar a auténticas guerras de listas; pero las listas también ocupaban un lugar central en la administración de la fe o los soportes docentes.
