La actual batalla por la regulación y el control de Internet está demostrando que su uso para el libre intercambio e productos es contradictorio con su uso como un sistema para desarrollar relaciones competitivas de mercado. Y es esta contradicción la que explica la naturaleza peculiar de la economa de Internet, donde conviven de manera conflictiva dos lógicas contrapuestas: por un lado, la lógica de la distribución, la reproducción y el acceso libre a productos audiovisuales; y por otro, la lógica de la mercantilización de los mismos. Hoy, más allá de la difcil evaluación del impacto económico que este nuevo fenómeno social pueda ejercer sobre los distintos sectores de las Industrias Culturales, principalmente el sector audiovisual, los que esto plantea es la vieja cuestión de desarrollo y uso social de tecnologas de distribución, intercambio y reproducción de productos audiovisuales que ponen en cuestionamiento no sólo un determinado régimen de propiedad sobre los mismos, sino fundamentalmente una lógica dominante de producción y mercantilización de la cultura.