Manuel Millás (Valencia, 1845-1914) forma parte de la pléyade de autores de la Renaixença valenciana por la calidad literaria y la popularidad de sus sainetes -cuyos principales títulos los estrenó durante el Sexenio revolucionario y los primeros años de la Restauración-, y por la difusión que consiguieron su poesía romántica, escrita cuando era joven, y sus rimas de crítica social. Toda una vida dedicada, en calidad de abogado, a la función pública en la Diputación de Valencia le impidió realizar una obra literaria más extensa. No obstante, escribió más de treinta títulos de teatro y tres libros de poesía. Incluso sacó tiempo para producir vino y licores en una finca rural de la Hoya de Buñol. En Lo Rat Penat formó parte de la junta directiva (1891 y 1892) y fue premiado en los apartados de poesía y teatro en los Juegos Florales (1880 i 1882). Los siete sainetes seleccionados para aquella edición ilustran la evolución de su teatro y la calidad literaria y cómica de sus principales tramas teatrales.
