La providencia de la naturaleza se ha encargado de que el género humano disponga, por lo general, de un ánimo optimista; es decir, de que sienta y actúe como si los dolores de la existencia fueran menores que sus gozos. Pero, por supuesto, nunca han faltado hombres con la convicción contraria.ö15-05-2017J;JHB;JM;DNF;HP;JHhttp://www.azetadistribuciones.es/html/lib/buscar/detalle.php?fr_codArticulo=U730050014&fr_noAJAX=S