Diseñar nuevas viviendas o proyectar rehabilitaciones de casas ya existentes con un coste de construcción que roza o está por debajo de los precios teóricos de mercado puede llegar a ser una hazaña digna del más sagaz arquitecto. No siempre habrá suficientes fondos para materiales y acabados caros, pero siempre habrá espacio para la generosidad en la forma en que los materiales sencillos pueden transformarse en algo que es considerablemente mayor que la suma de sus partes.