La presente obra se inicia con los estudios de Jean Canavaggio y Claudia Colombati que enmarcan la figura del Quijote en el contexto histórico, literario y filosófico del siglo XX, a la vez que en su función de héroe y antihéroe para plantearse hasta qué punto el personaje ha superado el marco de la obra para adquirir una entidad propia independizada, propuesta estética que se complementa con la reflexión de Miguel Salmerón en torno a la musicalidad de la trama quijotesca.