Un día caí en la cuenta del amor total -dice el autor-. Y me puse a buscar personas que amaran desde ese amor con un ´corazón de familia´. Antes que en nadie lo descubrí en María. Medité ese proceso de su corazón desde el ´He aquí la esclava del Señor´ y el ´Hágase en mí´, que son sus primeras expresiones de amor, tal y como dicen los evangelios. íQué sorpresa para ella oírle a Jesús: ´Ya no os llamo siervos, sino amigos´! Y cuánto más descubrir sus relaciones de madre, esposa e hija del Creador, su amor a José. Al pie de la cruz de su hijo vi en sus gestos y en su silencio la expresión del amor total de la madre de todos los hombres.